jueves, 20 de febrero de 2014

PATRIA


   
                                                               
     


...Nadie la oye sangrar.  









Prenio Especial de cuento hiperbreve a la fugacidad narrativa o hiperbervedad
Concurso  Internacional de Microficción "Garzón Céspedes" 2012

miércoles, 19 de febrero de 2014

Mirada



Las pupilas 
son pequeños cosmos 
en la oración de la tarde
donde un atisbo de cansancio
emerge de entre los labios.


Memoria






El día tejes su recuerdo de oro 
sobre el rostro del patio.
Las voces ruedan lejanas
 (ninguna me nombra)
¿Será que el tiempo
 arrumbó en la memoria
 toda su hojarasca?
La esperanza 
exorciza todas las heridas
 que corrompen el alma.


Noche









Marzo ahoga la noche
     en su remanso
        y una se encuentra
             en la búsqueda
                 de alguna luna,
                    para fugarse
                         de ese silencio,
                              insondable,
          que lo abarca todo. 







Espera





Irse por la ausencia 
a trepar el vacío 
embriagado de heridas.
Después 
       regresar 
          como animal sin dueño
                 por las propias arterias.

Lejanía



Cruzo la lejanía 
con la muerte y la injusticia
repitiendo incansablemente:
 Cuán difícil es
sostenerse 
en el borde del silencio 
trazado por un suspiro.

Percibo





Percibo que
ancestrales  huesos 
se levantan en los míos
y que llevo incrustadas 
antiguas palabras en mi sangre.




En ese momento

En ese momento
no se podían nombrar 
aquellas cosas
que entretejían 
el cansancio y el hastío
en el desolado mar cotidiano...
Cuando las ventanas 
se dormían en la palma 
de nuestro verano,
las manos se abrían 
          de par en par 
                      al milagro;
               milagro 
que la hora repartía 
a manos llenas
               sobre el lecho.

Recuerdo







Ya no importa 
que tu rostro 
sea sombra.
Hay sombras necesarias
para poder sentir
 la frescura del olvido.

Invierno



   


 No quiero recordar 
la batalla del invierno 
en tus ojos,
cuando quebrada la voz,
el silencio aprovechaba 
para medir el páramo 
que era nuestro.

Pregunta sin respuesta






¿De qué sirven las palabras
cuando un ejército de ojos
se abalanzan sobre  la piel?